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En este artículo te ayudamos a dominar el arte de las salsas mexicanas, como la salsa roja, la salsa verde y más. Te compartimos nuestras mejores recetas y recomendaciones indispensables para realzar su sabor, optimizar su preparación y convertirlas en un diferenciador frente a la competencia.

Y tú, ¿con qué salsas mexicanas estás conquistando a tus comensales? ¡Acompáñanos!

Breve historia sobre el origen de las salsas mexicanas

El origen de las salsas mexicanas está en la época previa a la llegada de los europeos a nuestras tierras. Pero aquellas salsas ancestrales no eran iguales a las que conocemos hoy en día.

Nuestros antepasados ya utilizaban chiles, jitomates y especias para crear mezclas que condimentaban sus alimentos. Estas salsas se preparaban en el molcajete, la herramienta de piedra que sigue siendo fundamental en nuestras cocinas.

Con la influencia española, agregamos nuevos ingredientes como la cebolla, el ajo y el cilantro, y así nacieron las versiones actuales de nuestras deliciosas salsas mexicanas.

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¿Cómo preparar buenas salsas mexicanas desde cero?

En México, las salsas son una preparación que te puede hacer ganar o perder clientes con una sola cucharadita.

Es por eso por lo que preparar una buena salsa mexicana desde cero es un arte que combina tradición y técnica. Aunque seguramente ya tienes tu propia receta de salsa de la casa, conocer los básicos te permitirá experimentar con nuevos ingredientes y ofrecer sabores únicos en tu restaurante.

Sigue leyendo que aquí te contamos todo lo que necesitas saber para preparar esas salsas mexicanas únicas que hagan que tus comensales vuelvan una y otra vez.

Ingredientes clave para las salsas tradicionales

La magia de las salsas mexicanas recae en la calidad y a combinación de unos cuantos ingredientes clave: 

- chile: aunque puedes hacer salsas sin chile, a casi todos nos gusta un toque picante. Desde chiles frescos como el serrano o habanero, hasta los secos como el chile pasilla o de árbol, cada uno aporta un perfil único. 

- jitomate o tomatillo: son la base que aportan frescura y logran equilibrar la salsa. El jitomate añade notas dulces, mientras que el tomate, un poco de acidez. 

- cebolla y ajo: estos dos ingredientes son fundamentales para agregar profundidad aromática y de sabor. 

- cilantro: esta hierba es la más común en las salsas, aunque puedes no utilizarla o simplemente cambiar el cilantro por algún otro quelite fresco y aromático. 

- condimentos: ninguna salsa está lista sin una pizca de sal. Además, algunos agregan un toque de pimienta, comino y otras especias.

Las técnicas preferidas para preparar salsas mexicanas

Las salsas mexicanas se sirven crudas, cocidas, asadas, tatemadas y hasta fritas. Esto quiere decir que existe una gran variedad de técnicas utilizadas en su preparación, aquí van las más comunes:

¿Cómo optimizar los costos de tus platillos de fonda?

Como ya comentamos, la rentabilidad de una cocina económica depende en gran medida de una gestión eficiente de sus costos y gastos. Entonces, optimiza tus platillos de fonda desde la compra de ingredientes esenciales, hasta la fijación de precios de venta. 

¡Sigue leyendo que aquí te decimos cómo lograrlo!

Salsas crudas

Los ingredientes se muelen y se sirven en crudo, como en la salsa pico de gallo y la salsa guacamole. Esta técnica es la más simple, y la preferida para acompañar tacos dorados, quesadillas y otros antojitos mexicanos.

Salsas asadas o tatemadas

Los ingredientes se asan directamente sobre un comal hasta quemarse ligeramente, lo que aporta un característico sabor ahumado. Un ejemplo es la salsa roja tatemada, que puedes preparar con nuestra receta de Salsa de mesa de taquería.

Salsas hervidas o cocidas

Los ingredientes se hierven en agua para suavizarlos y obtener una salsa que suele ser más ligera. Después de licuar, la salsa se regresa el fuego para una segunda cocción. Es el caso de algunas salsas verdes.

Salsas fritas

Esta técnica es la mejor para utilizar chiles secos, como en la salsa macha. Los ingredientes se fríen para desarrollar su sabor antes de molerse. Un ejemplo de esta técnica es la famosa salsa macha. 

Además, existen salsas que combinan diferentes técnicas. Te invitamos a revisar la salsa martajada de chile de árbol y cacahuate tostado que nuestros chefs presentaron en Menús del Futuro, reporte de tendencias disponible para descargar de forma gratuita.

Texturas de las salsas mexicanas

Además del método de cocción que elijas, también deberás considerar cómo obtener la textura que deseas. Existen dos opciones principales para triturar una buena salsa mexicana: con licuadora (para una salsa tersa) o con molcajete (para una salsa más tradicional con una textura rústica). 

Si elijes la segunda opción, asegúrate de usar un molcajete curado. Empieza por la cebolla, el ajo y la sal. Luego agrega los chiles y al último los tomates o jitomates. De esto forma será más sencillo el proceso de molcajeteado.

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Tipos de salsas mexicanas y sus recetas

Ahora que ya te conoces esos aspectos un poco más técnicos para preparar cualquier tipo de salsa mexicana, es momento de que explores esas recetas más tradicionales. 

A continuación, las 5 salsas mexicanas que no pueden faltar en tu restaurante.  

Salsa roja

La salsa roja, o salsa de jitomate, es una de las más versátiles, pues se puede preparar con cualquier técnica y con una gran variedad de chiles. Su color es intenso y su sabor puede ir desde fresco y suave hasta ahumado y muy picante. 

Cada cocinero tiene su propia receta de la salsa roja. A nosotros nos gusta prepararla tatemada, con chile de árbol y en molcajete. Además, agregamos cilantro para ese toque fresco que balancee todo lo demás. 

Aprovecha tu salsa roja para acompañar carnes asadas, un pollo a la parrilla o preparar huevos rancheros.

Salsa verde

Por su parte, la salsa verde es, quizá, la más popular de todas. Se sirve cruda o hervida. Además, si le agregas un toque de crema, fácilmente se transforma en la deliciosa salsa para enchiladas suizas.

Gracias a los tomatillos, la salsa verde se caracteriza por su acidez. Para prepararla no necesitas más que los tomatillos, un trozo de cebolla, un poco de ajo, cilantro y unos chiles serranos o cuaresmeños. 

Úsala cruda para los tacos de carnitas o barbacoa. Prepárala cocida para los chilaquiles, enchiladas o guisados en salsa verde como las puntas o el cerdo con verdolagas.

Salsa de guacamole

La salsa de guacamole es la más untuosa de todas. También es muy versátil, pues puedes jugar con su nivel de picante y con su textura. 

Existe la versión de salsa de guacamole completamente tersa o aquella en la que se sienten los trocitos de cada ingrediente. 

Nuestra versión de la salsa de guacamole es tradicional, con los ingredientes en cubitos bien integrados. Utilizamos jitomate, cebolla, ajo, cilantro, chile verde y unas gotitas de limón. 

El mejor acompañante para la salsa de guacamole son los tacos de carne asada y las fajitas. Sírvela también en tortas, con mariscos o pollo a la parrilla, o como dip con totopos.

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Salsa macha

Otra de las salsas mexicanas preferidas es la salsa macha. Su consistencia oleosa pero crujiente combina muy bien con su sabor ahumado y picante. 

La receta original de la salsa macha utiliza chiles de árbol y chiles morita. Se tuestan los chiles, la cebolla, el ajo y el ingrediente secreto: el cacahuate o el ajonjolí. Luego, se agrega vinagre, aceite, piloncillo y sal. 

La salsa macha se usa para acompañar todo tipo de cortes al carbón, huevos estrellados, mariscos y hasta pastas.

Pico de gallo

Por último, la salsa más colorida y fresca: el pico de gallo. Esta salsa mexicana tiene una textura más gruesa y un sabor bastante equilibrado. 

Preparar el pico de gallo es muy sencillo. El jitomate, chile verde y la cebolla se parten en cubos pequeños. Después, se agrega cilantro picado, sal y jugo de limón al gusto. 

El pico de gallo es un infaltable en los molletes, nachos, tacos de cecina, pescados y preparaciones con mariscos frescos. 

Si te está gustando este artículo, quizá te interese conocer un poco más sobre los distintos moles, pipianes y adobos.

5 Tips para conservar y servir correctamente las salsas en tu restaurante

Ofrecer salsas frescas y seguras es crucial para la reputación de tu restaurante. Una buena manipulación y conservación de tus salsas mexicanas aseguran la calidad y su sabor.

  1. Higiene impecable. Asegúrate de que todas tus superficies de preparación y utensilios estén perfectamente limpios y desinfectados.
  2. Refrigeración constante. Las salsas, en especial las crudas como el pico de gallo o la salsa de guacamole deben mantenerse siempre a una temperatura por debajo de los 4°C.
  3. Producción en lotes pequeños. Prepara solo las cantidades que consumirán tus clientes durante un día. Así garantizarás la frescura y evitarás la merma en tus salsas mexicanas. 
  4. Recipientes adecuados. Almacena tus salsas mexicanas en recipientes herméticos. Esto evitará la oxidación y la absorción de olores, además de prolongar su vida útil. 
  5. Sirve porciones controladas. Utiliza contenedores pequeños para llevar tus salsas a la mesa. Es mejor que el comensal pida un poco más de su salsa favorita en lugar de que tengas que desperdiciarla. Unos 50 mililitros de salsa mexicana a la vez estará perfecto.  
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¿Cómo usar las salsas mexicanas para mejorar la experiencia del comensal?

Las salsas mexicanas son más que solo salsas para tacos. Son capaces de elevar cualquier platillo, mejorando la experiencia gastronómica del comensal. Las salsas pueden añadir nuevas capas de sabor, textura y emoción a tus preparaciones.

Sigue leyendo y descubre cómo aprovechar las salsas mexicanas para mejorar la experiencia de tus clientes.

Salsas: acompañamientos que suman valor sin aumentar costos

Las buenas salsas mexicanas demuestran el cuidado y la autenticidad de tu cocina. Esto invita a los clientes a personalizar sus platillos y a probar distintas combinaciones de sabor.

Al final, sin incurrir en costos demasiado elevados, las salsas se convierten en un diferenciador, en un elemento que fideliza al cliente y lo invita a regresar.

Elige una selección de tres muy buenas salsas mexicanas que abarquen diferentes niveles de picor y perfiles de sabor, no necesitas una para cada uno de tus platillos. Juega con los ingredientes y las técnicas. Por último, no temas agregar ese toque que las haga únicas.

Cuando inviertes en la calidad y la diversidad de tus salsas mexicanas, estás ofreciendo una experiencia gastronómica que te hace sobresalir entre la competencia.

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