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En la operación diaria de una cocina profesional, uno de los mayores retos es manejar productos perecederos. Si no se aplican los métodos y técnicas de conservación de los alimentos adecuados, estos productos pueden deteriorarse antes de ser utilizados, provocando pérdidas económicas y riesgos sanitarios.

Aquí te presentamos una guía práctica con diferentes técnicas de conservación de alimentos que puedes aplicar en tu restaurante o negocio de comida. Implementarlas correctamente te ayudará a reducir el desperdicio, ahorrar dinero, mejorar la seguridad alimentaria y extender la vida útil de tus ingredientes.

Deshidratación y Secado

Quitar el agua a los alimentos impide el desarrollo de microorganismos, ya que estos necesitan humedad para multiplicarse. Es una técnica milenaria que sigue vigente por su eficacia.

 

 

¿Cuál es la diferencia?

  • Deshidratación: Se realiza con calor artificial (deshidratadores eléctricos, hornos).
  • Secado: Utiliza medios naturales como el sol y el viento.

Alimentos recomendados: Chiles, hierbas, frutas, pescados, carnes.

¿Cómo se hace

  1. Lava y desinfecta los alimentos.
  2. Corta en rebanadas delgadas (0.5 a 1 cm).
  3. Coloca en bandejas dejando espacio entre piezas.
  4. Usa un horno, deshidratador o haz un deshidratador solar casero.
  5. Guarda en recipientes herméticos una vez secos.

Tip profesional: Usa Knorr® Professional Base de Tomate para salsas rápidas, listas en solo 1 minuto con agua hirviendo.

Mermeladas, Jaleas y Confituras

Esta técnica no solo aporta sabor y versatilidad, también permite aprovechar frutas de temporada en su punto óptimo, conservándolas por meses.

¿Cómo prepararlas?

  1. Coloca 1 kg de fruta, 330 g de azúcar y jugo de limón en una olla.
  2. Cocina hasta que la fruta se suavice y espese.
  3. Llena frascos esterilizados con la mezcla caliente.
  4. Hierve los frascos por al menos 5 minutos para hacer vacío.

Duración: Hasta 6 meses refrigerados y bien cerrados.

Congelación

Una de las técnicas más usadas en cocinas profesionales. Al exponer los alimentos a temperaturas bajo cero, se detiene la actividad microbiana (aunque no se eliminan los microorganismos).

  Recomendaciones:

  • Divide los ingredientes en porciones antes de congelar.
  • Usa bolsas o recipientes herméticos.
  • Congela rápidamente (ideal: –25 °C) para evitar cristales de hielo.
  • Descongela gradualmente en refrigeración o con agua fría.

Importante: No rompas la cadena de frío. Descongelar y volver a congelar deteriora calidad y textura.

Escaldado o Ebullición

Ideal como paso previo a la congelación o deshidratación. Este método ayuda a preservar color, textura y sabor, además de reducir la carga microbiana.

¿Cómo hacerlo?

  1. Hierve agua en una olla.
  2. Sumerge los alimentos por 2 a 30 minutos, según el producto.
  3. Enfría rápidamente en agua con hielo.

Encurtidos y Conservas en Almíbar

Gracias a la acidez del vinagre o al efecto osmótico del azúcar, se inhibe el crecimiento de bacterias.

 

 

  1. Encurtidos (Verduras):
  2. Esteriliza frascos y desinfecta los vegetales.
  3. Hierve 1 taza de vinagre + 1 taza de agua + 2 cdas. de azúcar + 1 cdita. de sal.
  4. Coloca la verdura en los frascos y vierte la mezcla caliente.
  5. Deja enfriar antes de cerrar por completo. Guarda en refrigeración.

Conservas Frutales:

  1. Hierve 1 kg de fruta pelada con 1½ tazas de azúcar + 1 taza de agua (30 min).
  2. Deja enfriar, vierte en frascos y cubre con el almíbar.
  3. Sella bien y etiqueta con fecha de elaboración.

Duración: 1 a 6 meses, según almacenamiento.

Fermentación

Además de conservar, este proceso aporta sabor y beneficios probióticos. El azúcar de los alimentos se transforma en ácido, lo que impide el crecimiento de bacterias no deseadas.

Usos comunes: Pan, cerveza, vino, quesos, encurtidos artesanales como el chucrut.

¿Cómo hacer chucrut?

  1. Ralla 1.2 kg de col y mézclala con 24 g de sal.
  2. Masajea y deja reposar 6 horas hasta que suelte líquido.
  3. Si el líquido no la cubre por completo, añade agua hervida y fría.
  4. Cubre con peso y fermenta mínimo 2 semanas.
  5. Guarda en tarros y refrigera. Dura hasta 6 meses.

Innovar con las Técnicas de Conservación

Estas diferentes técnicas de conservación de alimentos no solo te permiten reducir mermas: también abren la puerta a nuevas creaciones culinarias. Los cambios en sabor, textura y aroma pueden dar vida a recetas originales que le den un giro a tu menú.

Adopta estas prácticas y transforma tu cocina en un espacio más eficiente, sostenible y creativo. ¡Empieza hoy a conservar mejor y cocinar con propósito!

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