El acomodo de refrigerador en el restaurante es una tarea clave para mantener la calidad de los ingredientes, facilitar el trabajo en cocina, garantizar la seguridad alimentaria y reducir desperdicios.
Ya sea que tengas un refrigerador hogareño adaptado al uso profesional, uno de uso comercial con varias puertas y estantes, o hasta una pequeña sala frigorífica, mantener el orden es fundamental.
En este artículo, te enseñaremos cómo acomodar un refrigerador comercial de manera eficiente y qué estrategias puedes aplicar para prolongar la vida útil de los productos.
Importancia de una correcta distribución de alimentos
Un refrigerador para restaurante es un equipo fundamental para cualquier negocio gastronómico. La manera en que se organizan los ingredientes dentro de él impacta directamente en la seguridad alimentaria, la eficiencia en el servicio y el ahorro económico.
Algunas razones por las cuales es importante mantener un buen acomodo incluyen:
- Maximiza la conservación de ingredientes: cada producto necesita una temperatura y almacenamiento adecuados para mantenerse fresco.
- Optimiza el espacio y facilita el acceso: una distribución ordenada permite encontrar los ingredientes rápidamente, reduciendo tiempos de preparación.
- Cumple con normativas sanitarias: mantener un orden adecuado ayuda a pasar inspecciones sanitarias sin inconvenientes.
- Reduce el desperdicio de alimentos: al mantener un control adecuado sobre los productos, se reducen pérdidas económicas.
- Evita la contaminación cruzada: separar los diferentes tipos de alimentos reduce el riesgo de contaminación bacteriana.
- Cumplimiento de normativas sanitarias: Mantener un orden adecuado evita problemas durante inspecciones de salubridad.
¿Cómo organizar el refrigerador para restaurante?
Para lograr un acomodo eficiente en tu refrigerador para restaurante, sigue estas estrategias de organización:
1. Define zonas en el refrigerador
Dividir el espacio del refrigerador en distintas zonas ayuda a mantener el orden y evitar la contaminación cruzada:
- Estante superior: este es el sitio menos frío del refrigerador, en donde es recomendable ubicar conservas, quesos, embutidos, lácteos y salsas.
- Estante medio: ingredientes semi preparados o que serán cocinados antes de servirse, como verduras picadas y alimentos precocidos.
- Estante inferior: carnes, pescados y mariscos crudos. Es importante almacenarlos en recipientes sellados para evitar derrames y contaminación, y no mezclarlos con otros ingredientes.
- Cajones inferiores: frutas y verduras frescas. Separar estos productos ayuda a preservar su frescura.
- Puertas del refrigerador: solo deben contener productos con conservadores como salsas embotelladas, mermeladas, bebidas y condimentos, ya que esta zona es la menos fría.
De acuerdo al tamaño del equipo enfriador que tengas en tu negocio, podrás adaptar esta división: por ejemplo, dedicando dos estantes a cada grupo, o aprovechando también los sectores que marcan las puertas.
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2. Controla la temperatura
La temperatura dentro del refrigerador debe mantenerse entre 0°C y 4°C para garantizar la frescura de los alimentos y evitar el crecimiento de bacterias. Algunas recomendaciones clave:
- Usa termómetros para monitorear la temperatura constantemente.
- No sobrecargues el refrigerador, ya que obstruye la circulación del aire frío.
- Revisa periódicamente que los sellos de las puertas estén en buen estado para evitar fugas de frío.
- Realiza los controles técnicos sugeridos por el proveedor del equipamiento, para así lograr su óptimo funcionamiento.
3. Aplica el sistema PEPS
El método PEPS (Primeras Entradas, Primeras Salidas) es una estrategia eficaz para evitar desperdicios y mantener la frescura de los ingredientes. Consiste en colocar los productos más antiguos al frente y los recién ingresados en la parte trasera. Así, el equipo de cocina siempre usará primero los ingredientes con menor vida útil.
Asegúrate de etiquetar cada producto con la fecha de ingreso y su nombre del producto; esto agiliza la búsqueda de ingredientes y permite identificar aquellos que están por vencer.
4. Usa recipientes adecuados
El uso de recipientes herméticos facilita la organización y evita la contaminación de los alimentos. Esto es importante sobre todo para las carnes crudas y para los líquidos, evitando cualquier derramen que pueda producirse.
Además, es ideal que el tamaño y la forma los recipientes se adapte al formato de tu refrigerador para restaurante: antes de comprarlos, mide la distancia entre estantes y el volumen que pueden guardar los cajones, y elige contenedores que se puedan apilar o alinear haciendo rendir al máximo el espacio.
Considera también el uso de bolsas herméticas o conservar los alimentos envasados al vacío.
5. Realiza limpieza y mantenimiento frecuentes
Un refrigerador para restaurante requiere limpieza constante para evitar malos olores, moho y acumulación de bacterias. Se recomienda:
- Limpiar superficies con una solución desinfectante al menos una vez por semana.
- Verificar y descartar alimentos en mal estado regularmente.
- Descongelar el refrigerador si se acumula escarcha.
Revisa nuestro artículo: Garantizando la seguridad alimentaria desde el despacho a la mesa.
Como hemos visto, el acomodo de refrigerador en el restaurante impacta en muchos aspectos de la operación de tu negocio. Aplicar estas estrategias favorecerá un ambiente de trabajo más ordenado y productivo. ¡Implementa estas prácticas y mejora el funcionamiento de tu cocina!
