De todas las salsas mexicanas, nos atrevemos a decir que el guacamole es la más famosa. Como entrada o acompañante de excelencia, el guacamole es ese toque especial que puede realzar cualquier platillo.
En este artículo te revelamos nuestros mejores consejos sobre cómo preparar un guacamole que se quede por días en la mente de tu comensal y lo haga regresar del puro antojo. Consíguelo mientras cuidas tus costos y ahorras tiempo. ¡Échale un vistazo a los siguientes consejos!
¿Qué hace tan especial al guacamole en la gastronomía mexicana?
Su textura cremosa, ligera acidez, frescura, sabor y versatilidad son solo algunas de las características que hacen tan especial al guacamole. Esta salsa es la predilecta de muchos comensales dentro y fuera de nuestro país.
Actualmente, México es el mayor productor y exportador de aguacate en el mundo. Pero, por supuesto que este ingrediente no es novedad en las mesas mexicanas. El guacamole existe desde antes de la llegada de los españoles.
Los mexicas solían preparar una versión muy parecida al guacamole que tanto nos gusta. Ellos le llamaban ahucamolli, que proviene de los vocablos ahuacatl que significa aguacate y molli, que significa mole: “mole de aguacate”. Machacaban en un molcajete aguacates, jitomates y chiles. Tiempo después se sumaron el ajo, la cebolla, sal, jugo de limón y el cilantro.
Hoy en día, el guacamole es la botana perfecta para compartir con amigos, una guarnición deliciosa para todo tipo de recetas y la salsa ideal para experimentar con nuevos ingredientes.
Al ser una preparación tan frecuente en los negocios gastronómicos mexicanos, es esencial que la compra de ingredientes sea efectiva, el CMV esté bien calculado y que las porciones del guacamole estén estandarizadas, entre otros procesos que apuntan a la efectividad de tu restaurante.
¿Cómo preparar un guacamole clásico
Cuando preparamos guacamole, queremos encontrar el punto exacto de acidez, cremosidad y frescura. Queremos que en cada bocado se sientan todos los ingredientes combinados a la perfección.
Sabes que para preparar un guacamole clásico necesitas solo unos minutos y unos cuantos ingredientes: aguacate, jitomate, cebolla, chile serrano, cilantro, limón y sal.
El grado de maduración del aguacate es clave; buscamos que puedan partirse y machacarse sin dificultad. Luego, se combinará con el resto de los ingredientes que deben ir finamente picados. Al final, la mezcla se condimenta con el jugo de limón, que además retrasa la oxidación del aguacate, y un poco de sal.
Esta clásica receta de guacamole exige ser acompañada con totopos o un poco de chicharrón de cerdo. ¡Será la entrada más popular de tu menú!
Tipos de guacamole
Partiendo desde esa base, el guacamole puede servirse con diferentes texturas, debido a que cada una funciona bien para distintas recetas. Por ejemplo:
- Tritúralo para servirlo como botana. Busca una textura de dip que pueda acompañarse con totopos.
- Deja el aguacate en cubos, sin machacar, cuando quieras usarlo como guarnición. Les dará una mejor presentación a tus platillos principales, como mariscos o carnes blancas o rojas.
- Muélelo en licuadora para preparar salsa de guacamole para tacos y tostadas. Así obtendrás una textura más ligera y fluida.
Salsa de guacamole para tacos: un imprescindible
Si tienes una taquería o simplemente ofreces tacos en tu menú, necesitas saber cómo preparar salsa de guacamole para tacos.
Lo comprobamos, la salsa de guacamole para tacos queda mejor en licuadora. Preparar guacamole en la licuadora es tan fácil como licuar todos los ingredientes que normalmente usarías para tu receta del guacamole.
¿Cómo hacer que el guacamole dure más?
Sin embargo, cuando hablamos del servicio, el verdadero reto es evitar que se oxide. Porque claro, es impráctico pensar que tendrás tiempo suficiente para licuar de forma individual cada orden de guacamole que llegue al comandero.
Necesitas una solución que te permita preparar una mayor cantidad de guacamole sin que pierda frescura y color. Entonces, ¿qué se le pone al guacamole para que no se oxide? El secreto está en agregar un poco de Hellmann's® Mayonesa Real. Agrégala en la licuadora con el resto de tus ingredientes. ¡Así de simple! La mayonesa evitará que el aguacate se oxide y aportará mucha cremosidad a tu salsa de guacamole en licuadora. Además, hará que tu guacamole rinda más. Así no solo ahorras tiempo, también optimizas costos y evitas la merma.
¿Cómo preparar salsa tipo guacamole sin aguacate?
¿Sabías que es posible preparar una salsa con el sabor y la textura del guacamole, pero a un menor costo y sin que se note la diferencia? Éste es el secreto mejor guardado de muchas taquerías mexicanas.
Existen varios métodos e ingredientes para preparar una salsa tipo guacamole sin aguacate. Estas alternativas son de gran ayuda cuando el precio del aguacate sube demasiado y debemos mantener nuestra receta dentro del costo. Nuestras alternativas favoritas son:
- Prepara tu guacamole como cualquier otra salsa verde cocida. Luego, llévala a la licuadora y agrega algún aceite neutro de poco en poco hasta emulsionar.
- Sustituye el aguacate por alguna leguminosa como edamames o chícharos cocidos. Esta opción es la mejor si buscas un guacamole con una textura más rústica y cremosa.
- Cambia el aguacate por calabacitas cocidas.
Cómo preparar guacamole con calabaza
El guacamole con calabaza es el más popular entre las opciones sin aguacate. Solo necesitas preparar una salsa verde cocida como normalmente la harías. Luego, asa algunas calabacitas y lleva todo a la licuadora. Agrega un poco de aceite neutro y condimenta.
El resultado será una textura muy similar al de la salsa de guacamole para tacos: cremoso y de un verde vibrante. ¡Nadie notará la diferencia y tus costos te lo agradecerán!
Seguro que para este punto ya hemos logrado convencerte de revisar cómo preparas el guacamole en tu local. Recuerda que, con las estrategias que acabamos de compartirte, lograrás preparar un guacamole que rinda más, no pierda su frescura y se adapte a tus costos. ¡No dejes de aprovechar este maravilloso ícono de la comida mexicana para resaltar entre la competencia!